Motivos y Objetivos

En la Ciudad de la Santísima Trinidad, también denominada como Ciudad de Buenos Aires, a los veinte días del mes de noviembre del Año de Nuestro Señor Jesucristo de dos mil diez, en vísperas de la Festividad de Cristo Rey y en el día en que se conmemora: la gloriosa Gesta de la Vuelta de Obligado, el fusilamiento por las fuerzas rojas del marxismo internacional del Jefe de la Falange Española, José Antonio Primo de Rivera y el ingreso a la inmortalidad del Jefe de Estado Español, Generalísimo Francisco Franco Bahamonde, Caudillo de España por la Gracia de Dios; presentes los señores:

MANIFIESTAN Y DECLARAN:

-Que la Patria vive horas aciagas, marcada por la agresión oficial, constante y sistemática, a la Realeza de Nuestro Señor Jesucristo y a la doctrina de la Santa Madre Iglesia;  asfixiada por la discordia política, la subversión de los valores, la impudicia en el manejo de los negocios públicos y la destrucción total de sus Instituciones civiles y armadas; todo ello, ante la mirada inerte de la mayoría de sus hijos que han perdido –cuando no renunciado- la capacidad de dar una respuesta contundente y viril  a tanto oprobio.

-Que frente a este gravísimo cuadro de situación, la neutralidad, la pasividad, la prescindencia, la tolerancia complaciente, el pactismo mezquino, el individualismo antisocial, el chauvinismo vacío, entre otros cuadros de similar factura, constituyen verdaderos crímenes de lesa Patria.

-Que no se puede servir a dos señores: la Patria y la anti Patria, la Verdad y la mentira, Dios y el diablo, el Honor y el dinero. “El que no está conmigo está en mi contra”, sentenció Cristo Nuestro Señor y nosotros estamos con Cristo.

- Que es menester reafirmar ante una sociedad anestesiada por un sistema que ha corrompido las más altas tradiciones del verdadero occidente cristiano y ha destruido los lazos de las españas universas, que Cristo Señor Nuestro es “el Camino, la Verdad y la Vida” y que la Patria es una Empresa que nos honra en su realización y nos distingue del resto de las naciones del orbe, por constituir nuestra unidad de destino,  tal como lo enseñó la Iglesia Católica Apostólica y Romana y tal como lo ha reafirmado la Filosofía Perenne a través de los siglos en enseñanzas que fueron lacradas por la sangre de los mártires y los héroes.

-Que se torna imperioso agrupar a los mejores hombres para retomar el camino que nuestra Patria perdió en la trágica Batalla de Caseros y que sólo circunstancialmente volvió a transitar en su desdichada historia.

-Que los mejores hombres son, en verdad, los argentinos bien nacidos, que anteponen los más Altos Intereses de la Patria a sus apetencias personales.

- Que la grandeza de un hombre radica en su mayor semejanza a Nuestro Señor Jesucristo, en su respuesta al llamado a la trascendencia y a la excelencia que haya alcanzado el desarrollo de su naturaleza humana.

-Que corresponde entonces formular un llamado a todos los argentinos de buena voluntad, provengan de donde provengan, militen donde militen y piensen como piensen, con la única e insalvable exigencia de aceptar incondicionadamente y bajo personal juramento, la primacía de la Ley Natural, tal como la consagró el pensamiento Escolástico, sobre todo otro mandato proveniente de los hombres.

-Que es imprescindible conformar un centro institucional que tenga como objeto el estudio el pensamiento nacional y católico, la formación dentro del mismo, su transmisión y la acción que la búsqueda del bien común político pueda imponer.

POR LO QUE ACUERDAN Y ESTABLECEN:

PRIMERO: Constituir el “Ateneo del Pensamiento Nacional y Católico”, cuyo objeto consistirá en el estudio de los grandes temas que son abordados por la filosofía práctica, según la mejor tradición de la escuela aristotélico-tomista y la Doctrina Social y Política de la Iglesia; la formación intelectual de sus integrantes en esas verdades; la transmisión y el accionar social y político en procura de restaurar la Patria en los valores que le dieran origen y que jamás debió abandonar.

SEGUNDO: Sea cual fuere la figura jurídica que finalmente adopte el Ateneo que en este acto se constituye y no obstante las restricciones que puedan ser impuestas por la legalidad vigente, en ningún caso el Ateneo o sus miembros abjurarán de las afirmaciones y objetivos contenidos en el presente instrumento.

TERCERO: Transitoriamente y hasta el momento en que se constituya como personas jurídica en los términos del Código Civil, el “Ateneo del Pensamiento Nacional y Católico” contará con una Jefatura que ejercerá su representación, administración y gobierno.

La Santa Cruz Monumental del Valle de los caídos
los sables que pertenecieron a los generales San Martín y Belgrano
y el sol punzó de la bandera que las fuerzas de la Confederación Argentina enarbolaron
en la Vuelta de Obligado, conforman el emblema del
Movimiento Nacional y Católico